DeletedUser
Guest
Esta historia la escribí hace mucho tiempo (más tiempo del que me gustaría admitir xD). La verdad es que la historia no está terminada pero pienso terminarla... algún día
(Le pifié a la sección, si alguien es tan amable de moverlo donde corresponde u.u)
Chapter I
Corro en la oscuridad de la noche escapándome de él. No es la primera vez que nos encontramos. Todo comenzó hace un tiempo atrás en la romántica ciudad de París…
Yo corría, como de costumbre, para no llegar tarde al colegio ‘Jean Claude de Margeau’. Del mismo hasta mi casa de esos tiempos solo habían tres cuadras pero yo era confiada de la cercanía del mismo. Al doblar en la primera esquina choqué con alguien que corría en dirección opuesta a la mía. En vez de sentir el suelo frenar mi caída, sentí un delicioso aroma embriagante y un cuerpo calido que aferraba al mío.
No me decidía a abrir los ojos cuando una armoniosa voz dijo:
‘¿Estás bien?’
‘Sí, gracias por no dejarme caer’ respondía todavía con los ojos cerrados temiendo que cuando los abras ese cálido cuerpo ya no estaría allí y yo me encontraría en el suelo rodeada por un tumulto de gente.[
‘Nadie debería dejar caer a una criatura tan bella’ dijo como una galantería haciendo que me sonroje levemente.
Se oía el eco del silencio reinante. Mi cuerpo todavía se encontraba en sus brazos. Sentí una extraña vibración. Sus brazos soltaron por fin mi cuerpo para meter una mano en uno de los bolsillos de su blazer, sacar del mismo un celular ‘Samsung’ y contestar la llamada.
‘¡Jefe!’ dijo con tono preocupado ‘Si… no… ya voy’ parecía que no lo dejaban argumentar en su defensa. Se volvió hacia mi ‘Debo irme, pero antes me gustaría saber el nombre de la señorita a la que acabo de salvar de una terrible caída al suelo’ y con una sonrisa me mostró su perfecta dentadura color nube.
‘Evelýn Neuve, pero todos me dicen Evý. ¿Podría yo saber el nombre de mi eterno salvador? Dije esbozando una sonrisa picara. En ese momento me percate del hermoso color noche de sus ojos; procure no mirarlos pero me fue imposible. Sentí que me hablaban, que me hacían promesas de los fantásticos lugares a los que me llevarían.
‘Evý, ¿Estás bien?’ preguntó acercando su rostro al mío y pasando la mano con la que había atendido su celular, delante de mis ojos. Aparentemente lo estuve mirando fijamente por un tiempo
‘Lo siento’ le respondí bajando la mirada mientras me sonrojaba, apenada por lo sucedido.
‘No te preocupes’ dijo tocando mi mejilla con la mano derecha ‘todos siempre se quedan mirando mis ojos’
‘Esque son realmente bonitos’ repuse sin pensar, en lo que los dos nos sonrojamos notablemente. ‘¿Podrías repetirme tu nombre por favor?’ todavía apenada reiteré.
Erik Markoulis, un gusto bella dama’ respondió agarrando mi mano y haciendo una reverencia al besarla.
Metió una mano en el bolsillo del blazer en el que se encontraba su celular. Miro atento la pantalla y volvió a guardarlo.
Ya tengo que irme’ dijo como si de veras lo lamentara
‘Yo también’ dije mirando mi reloj que marcaba las 8.10
‘Fue un gusto conocerte Evý’ dijo besando mi mejilla para luego desaparecer tras la pronunciada panza de la esquina.
Esa noche no dormí bien. Sentía que alguien me observaba desde la ventana.
El día siguiente fue como todos los demás. Me levante a las 7.30 como todos los días. Desayune cappuccino con tostadas y a las 7.45 estaba lista para partir. Las clases transcurrieron normalmente toda la mañana. Al mediodía fui a mi casa atravesando el bosque que terminaba en el patio trasero de la casa. A la tarde en la clase de deporte jugamos al voleyball. El profesor Louis me felicito por mi desempeño en el partido y luego nos dejo partir.
Al volver a mi casa me encontré con la puerta del estudio cerrada, seguramente mi padre estaba en alguna reunión de negocios. Decidí salir a caminar al bosque. El bosque era un lugar especial para mí, donde yo me sentía segura y nada podía perturbarme. En cuanto empecé a caminar, lentamente la noche y con ella la oscuridad de apoderaron del momento. En ese instante sentí el ruido de unas ramas romperse por la fuerza y el peso de una gran pisada. Sabía lo que acontecía y empecé a correr desesperadamente buscando el final del bosque. Miré hacia atrás para ver si me seguía, en ese momento tropecé y caí sobre mis codos. En ese instante lo vi. No quería creer a mis ojos lo que me estaban mostrando. Frente a mi tenia los hermosos ojos color noche de Eric. Rápidamente me paré y empecé a correr, tal como lo estaba haciendo ahora; escapando de su sed y hambre de venganza, de la eterna venganza de parte de los licántropos hacia nosotros, los vampiros.
(Le pifié a la sección, si alguien es tan amable de moverlo donde corresponde u.u)
Chapter I
Corro en la oscuridad de la noche escapándome de él. No es la primera vez que nos encontramos. Todo comenzó hace un tiempo atrás en la romántica ciudad de París…
Yo corría, como de costumbre, para no llegar tarde al colegio ‘Jean Claude de Margeau’. Del mismo hasta mi casa de esos tiempos solo habían tres cuadras pero yo era confiada de la cercanía del mismo. Al doblar en la primera esquina choqué con alguien que corría en dirección opuesta a la mía. En vez de sentir el suelo frenar mi caída, sentí un delicioso aroma embriagante y un cuerpo calido que aferraba al mío.
No me decidía a abrir los ojos cuando una armoniosa voz dijo:
‘¿Estás bien?’
‘Sí, gracias por no dejarme caer’ respondía todavía con los ojos cerrados temiendo que cuando los abras ese cálido cuerpo ya no estaría allí y yo me encontraría en el suelo rodeada por un tumulto de gente.[
‘Nadie debería dejar caer a una criatura tan bella’ dijo como una galantería haciendo que me sonroje levemente.
Se oía el eco del silencio reinante. Mi cuerpo todavía se encontraba en sus brazos. Sentí una extraña vibración. Sus brazos soltaron por fin mi cuerpo para meter una mano en uno de los bolsillos de su blazer, sacar del mismo un celular ‘Samsung’ y contestar la llamada.
‘¡Jefe!’ dijo con tono preocupado ‘Si… no… ya voy’ parecía que no lo dejaban argumentar en su defensa. Se volvió hacia mi ‘Debo irme, pero antes me gustaría saber el nombre de la señorita a la que acabo de salvar de una terrible caída al suelo’ y con una sonrisa me mostró su perfecta dentadura color nube.
‘Evelýn Neuve, pero todos me dicen Evý. ¿Podría yo saber el nombre de mi eterno salvador? Dije esbozando una sonrisa picara. En ese momento me percate del hermoso color noche de sus ojos; procure no mirarlos pero me fue imposible. Sentí que me hablaban, que me hacían promesas de los fantásticos lugares a los que me llevarían.
‘Evý, ¿Estás bien?’ preguntó acercando su rostro al mío y pasando la mano con la que había atendido su celular, delante de mis ojos. Aparentemente lo estuve mirando fijamente por un tiempo
‘Lo siento’ le respondí bajando la mirada mientras me sonrojaba, apenada por lo sucedido.
‘No te preocupes’ dijo tocando mi mejilla con la mano derecha ‘todos siempre se quedan mirando mis ojos’
‘Esque son realmente bonitos’ repuse sin pensar, en lo que los dos nos sonrojamos notablemente. ‘¿Podrías repetirme tu nombre por favor?’ todavía apenada reiteré.
Erik Markoulis, un gusto bella dama’ respondió agarrando mi mano y haciendo una reverencia al besarla.
Metió una mano en el bolsillo del blazer en el que se encontraba su celular. Miro atento la pantalla y volvió a guardarlo.
Ya tengo que irme’ dijo como si de veras lo lamentara
‘Yo también’ dije mirando mi reloj que marcaba las 8.10
‘Fue un gusto conocerte Evý’ dijo besando mi mejilla para luego desaparecer tras la pronunciada panza de la esquina.
Esa noche no dormí bien. Sentía que alguien me observaba desde la ventana.
El día siguiente fue como todos los demás. Me levante a las 7.30 como todos los días. Desayune cappuccino con tostadas y a las 7.45 estaba lista para partir. Las clases transcurrieron normalmente toda la mañana. Al mediodía fui a mi casa atravesando el bosque que terminaba en el patio trasero de la casa. A la tarde en la clase de deporte jugamos al voleyball. El profesor Louis me felicito por mi desempeño en el partido y luego nos dejo partir.
Al volver a mi casa me encontré con la puerta del estudio cerrada, seguramente mi padre estaba en alguna reunión de negocios. Decidí salir a caminar al bosque. El bosque era un lugar especial para mí, donde yo me sentía segura y nada podía perturbarme. En cuanto empecé a caminar, lentamente la noche y con ella la oscuridad de apoderaron del momento. En ese instante sentí el ruido de unas ramas romperse por la fuerza y el peso de una gran pisada. Sabía lo que acontecía y empecé a correr desesperadamente buscando el final del bosque. Miré hacia atrás para ver si me seguía, en ese momento tropecé y caí sobre mis codos. En ese instante lo vi. No quería creer a mis ojos lo que me estaban mostrando. Frente a mi tenia los hermosos ojos color noche de Eric. Rápidamente me paré y empecé a correr, tal como lo estaba haciendo ahora; escapando de su sed y hambre de venganza, de la eterna venganza de parte de los licántropos hacia nosotros, los vampiros.
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