El turismo meteorológico tiene una de sus mecas en las llanuras del centro de Estados Unidos. Allí, múltiples empresas, como Cloud 9 Tours, Extreme Tornado Tours y F5 Tornado Chasing Tours, ofertan expediciones de persecución de tornados y supercélulas tormentosas. Por unos 3.000 dólares por cabeza, grupos reducidos de clientes se suben a un vehículo junto a expertos meteorólogos y se lanzan a la carretera. Salvo en la Antártida, donde no se ha constatado su existencia, los vientos giratorios que rotan de forma violenta se dan en todo el planeta. Países como Argentina y Bangladés registran un elevado número de tornados, y en España ocurren con cierta regularidad, sobre todo en la costa mediterránea durante el otoño. Pero EE. UU. se lleva la palma en cuanto a cantidad –unos mil al año– y potencia.