Aquél amor lejano, qué estás
a un kilometro de luz, quién fuese
pensamiento y poder detener en tú
reloj el tiempo...
Lejano amor, quién pudiera ser
estrella, tornala en mil besos y en tú
boca posarse...
Lejano amor, quién pudiera ser agua
fresca, correr en un río y así tu sed
mitigar...